miércoles, 20 de julio de 2011

Facundo Cabral in memorian

EL DÍA EN QUE PARTE DE LA MÚSICA, MURIÓ.

 NADA TENGO QUE PERDER

Nada tengo que cuidar, y todo para vivir. 
Desde un museo en New York, 
a una mulata en Haití. 
Como el mar viene y se va, 
como vine, yo me iré, 
pero lo mejor que he visto en mi canto dejaré,
 yo dejo que el corazón, decida todo por mi,
 y por que amo, solo lo que hago, 
yo soy un hombre feliz. 
No tengo preocupación, no tengo que competir, 
mi Dios querido, padre y amigo, 
él sabe lo que es para mi. 
Un libro me tienta más, 
que un programa de TV, 
y prefiero las mujeres a una sola mujer. 
Manos para la guitarra, 
manos para acariciar, 
no para pedir limosna, 
y menos para mandar. Yo vivo y dejo vivir, 
como la luna y el sol, nada te ofrezco, 
nada te pido,solo, canto mi canción, 
la canción que puso Dios, dentro de mi corazón, 
hermano mio cuenta conmigo, como yo cuento con vos.








No hay comentarios:

Publicar un comentario